Peso colombiano: con cara pierde y con sello también
Parte del discurso de algunos analistas de un nuevo ciclo alcista de largo plazo en el dólar tiene como supuesto un entorno idéntico al vivido en los 80 y 90 en las economías emergentes.
En un análisis sobre la tasa de cambio realizado por Alianza Valores se establece que si bien, muchos argumentan que Colombia hoy es muy diferente a la de esa época, su mensaje es que incluso si eso es verdad, lo único que significa es que la tasa de cambio local en los próximos años no se va a triplicar como lo hizo en dicho periodo (de 1000 a 3000 entre 1997 y 2003) sino que se podría subir 50% (dólar $3.500 en 2018 sería una devaluación anual de 10%).
Asegura la comisionista que por ahora no hay herramientas para soportar una predicción de este estilo, no obstante si si aclarar ciertas ideas que aprendimos de estudiar los años 90.
¿Está seguro que si el petróleo se estabiliza se acaba la devaluación?
Establece Alianza que no se está hablando de la dirección de los siguientes $300 en la tasa de cambio sino de la tendencia de largo plazo. Y su punto de vista es que con un petróleo WTI estable entre los US$30 y US$50 por barril la tasa de cambio se seguiría devaluando por muchos años.
Su argumento principal, una vez los países dependientes de materias primas son víctimas de una crisis de precios (-61% en el WTI entre 1997 y 1998), las economías entran en una oleada de crisis (de un país a otro) que mantiene la tendencia devaluacionista.
Pese a las amplias fluctuaciones del WTI y sus respectivas recuperaciones la tasa de cambio se mantuvo al alza mientras Asia, Rusia, Brasil e incluso Colombia se tumbaron para entrar en crisis.
De esta forma para quienes piensan que los números colombianos son muy fuertes para una crisis similar a la de los 90, la firma les sugiere volver a ver los números en un par de años.
Para Alianza, los inversionistas continuarán vendiendo peso colombiano a medida que se deterioran los vecinos hasta que en unos años llegue el turno de nuestros fundamentales. Un punto adicional es que la crisis emergente no inicia en 1997. Entre 1992 y 1994 el WTI se derrumba 40% y la crisis mexicana del “Tequila” es la que inicia esta oleada de depreciación emergente.
Aclara la comisionista que este análisis no pretende determinar la dirección de los próximos $300 en la tasa de cambio local. Solo busca seguir creando la percepción de lo que significa una tendencia alcista de largo plazo en el dólar y esto necesariamente es entender que una divisa por encima de $3.000 en el mediano plazo es perfectamente razonable.
Alianza Actualmente estima una tasa de cambio para el primer semestre en un rango $2.300 a $2.600 con meta en $2.600.
Fuente: Revista Dinero
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